Caquis por los suelos!
El caqui comenzó a cultivarse a partir del siglo VII en China, su país de origen, así como en Japón y Corea, países en los que aún se encuentra en estado espontáneo. En estos países hay citadas más de 2.000 variedades o cultivares. Está establecida su introducción en Europa entre los siglos XVII y XIX, cultivándose inicialmente como planta ornamental y por su madera (palosanto), muy apreciada en ebanistería.
En España es conocido desde antiguo en las regiones de clima templado, Cataluña, Andalucía y la Comunidad Valenciana, donde era frecuente encontrarlo como árbol aislado en márgenes o junto a las edificaciones rurales. A mediados del siglo XX comienza a despertarse un vivo interés por el fruto de aquellos árboles destinados en principio al autoconsumo, y que para los que pequeños comerciantes empezaban a encontrar un mercado.
Hoy por hoy la cosa está cambiando y mucha producción termina echándose a perder. Todas las voces confirman que la tendencia general para los próximos años en la Comunidad Valenciana será de una reducción de la oferta de caqui, bien por la sustitución hacia cultivos alternativos o bien por el abandono de cultivo ante el aumento de costes de producción y pérdida de rentabilidad.
Los precios llevan dos años a la baja y mucha fruta se echa a perder en las fincas.
Los agricultores sienten que son el último eslabón, y el más presionado, de la cadena alimentaria. Se quejan del precio al que cobran sus productos y de no poder asumir los costes de producción.
Los caquis terminan en el suelo y si paseas por los campos de plantación de caquis a nadie le sorprenderá ver plantaciones de caquis con centenares de frutos por el suelo, echados a perder.